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La mañana ganadera fue una de las actividades que concitó la mayor atracción y lógica convocatoria este martes en la Expo Rural 2024. En diferentes paneles se analizó la actualidad y las expectativas de la ganadería argentina, proveedora de carne para el mundo. “Es la jornada ganadera más características de la Sociedad Rural”, definió Carlos Odriozola, coordinador de la Comisión de Carnes y consejero de la Sociedad Rural Argentina (SRA) durante la presentación.
En el primero de los paneles se puso sobre el tapete la situación de la ganadería bovina, porcina y avícola, con la participación de José Lizzi (Comisión de Ganadería de CREA); Daniel Fenoglio (presidente de la Federación Porcina) y Joaquín de Grazia (Granja Tres Arroyos).
“El momento es hoy”
“La sensación que tenemos desde todo el sector es que el momento es hoy, por varias circunstancias”, remarcó Lizzi, ponderando que “se ha llegado a un nivel de madurez social que se vio manifestado en un cambio de tendencia en las últimas elecciones, tenemos el apoyo del Gobierno y también tenemos las expectativas”.
Otros tips apuntados por el disertante es “la disposición a dialogar e intercambiar” que existe en los productores. “Lo que toca ahora, si las condiciones de la macroeconomía y de las políticas se van dando, es que como sector tomemos el liderazgo y proponer el camino. Lo que viene puede ser muy interesante, debiera ser así, para un país mejor”, animó, concluyendo que “el sector ganadero y el sector agropecuario son el motor de la economía del país”.
Acerca de los desafíos para la ganadería argentina citó la incrementación de la facturación total del sector, como punto de partida, instando a “vender más y mejor”. Traccionar mejoras en la cadena fue otro de los objetivos esgrimidos, incluyendo “más productividad con eficiencia de stock”, incluyendo menor impacto ambiental.
“El desafío para que eso suceda es, si por un lado se genera más valor en la cadena debemos ver cómo hacer para que traccione. Debe haber algún sistema de facturación que premie lo que va haciendo bien cada uno de los eslabones”, sintetizó Lizzi.
Porcinos: primer semestre crítico, pero con esperanza
Si bien comenzó un período de recuperación, el sector porcino viene de una complicada primera mitad del año: “Este primer semestre fue de los peores momentos de los que yo tenga recuerdo en la producción porcina”, comentó el presidente de la Federación Porcina Argentina, Daniel Fenoglio.
El dato alentador es que “el sector viene creciendo de un 5 a un 10% por año en la producción y en el consumo”, apuntó Fenoglio, y en este marco consideró que “estamos convencidos que Argentina es un país que será muy importante en la producción porcina. En el resto del mundo está decreciendo la producción por problemas medioambientales, bienestar animal, diversidad biológica, y Argentina tiene los recursos, los granos, el agua, el espacio, para desarrollarse”.
En referencia a este último punto, el especialista precisó que en la actualidad Argentina tiene 0,1 cerdo por hectárea cultivable, mientras que China (el mayor productor del mundo) tiene seis animales por hectárea; Argentina tiene un cerdo por kilómetro cuadrado, mientras Holanda tiene 70.
Para salir de la crisis del primer semestre y mantener el crecimiento de los últimos años, “el sector necesita un acomodamiento del tema del IVA, porque en 2017 lo bajaron al 10,5%, pero los costos están prácticamente al 21, o sea que el promedio es del 19 al 20%”, explicó Fenoglio y agregó: “El IVA es un impuesto neutro, que es igual para la compra y para la venta, pero en el caso del cerdo no lo es, y esa es la mayor traba que hoy tiene el sector para seguir invirtiendo y tener rentabilidad”.
Otra medida requerida por el sector es la quita de las retenciones, que hoy son del 5%, aunque las exportaciones porcinas son casi inexistentes.
A modo de conclusión el presidente de la Federación Porcina afirmó: “Lo que necesitamos es que la macro del país ande bien, tener un solo tipo de cambio. Tranqueras adentro los productores porcinos hacemos las cosas bien, tenemos índices de producción similares al resto del mundo, somos muy competitivos, y si se acomoda la macro no necesitamos nada especial”.
El consumo de carne porcina en Argentina está rondando los 18 kilos por persona/año, lo que marca un importante crecimiento si se tiene en cuenta que hasta hace 15 años era de 3 kilos. “Este es el sector que más ha crecido, y tenemos un plan de crecimiento, si se acomoda la macroeconomía, para llegar a unos 25kg por año”, ponderó el dirigente.
Avanza el consumo de carne aviar
“Somos muy optimistas sobre la situación del sector aviar, porque si bien una de las carnes más consumidas hoy en Argentina, lo ha sido en el mundo durante muchos años, y creemos que en el país se va ganando un lugar en base a los diferentes atributos que tiene”, señaló el titular de Grupo Granja Tres Arroyos, Joaquín de Grazia.
En lo que se refiere al mercado exportador reconoció que los números no son los que la cadena pretende, “hoy no llegamos a exportar ni el 15% de la producción total, estamos esperando la apertura de China, que es muy importante para nosotros como mercado, para llegar al 28 o 30% que tuvimos en algún momento de nuestra historia. La mayoría de los mercados están abiertos y están ávidos de comercializar aves argentinas”.
En la actualidad el mercado total de exportación de productos avícolas es de 15 millones de toneladas, y Argentina sólo aporta 200 mil toneladas, es decir menos del 1,5%.
En el mercado interno, los argentinos consumen un promedio de 49 kilos per cápita de consumo, y si se le suma el huevo, llega a 68 kilos de proteína aviar.
Para explicar el crecimiento del sector en el mercado local, De Grazia sumó al menor precio que la carne bovina, “la presentación, la facilidad de cocción, las distintas maneras de consumo. Todavía hay lugar para crecer dentro de la dieta de los argentinos”.
La eliminación de retenciones y un mercado de cambio unificado, son las medidas que favorecerían el despegue definitivo del sector, pese a lo cual el empresario reconoció que “los productores lamentablemente no estamos invirtiendo en la medida en que se debería. Se necesitan créditos de largo plazo, porque la avicultura necesita repotenciarse desde el punto de vista de las granjas y criaderos. Necesitamos hacer inversiones que no son fáciles de hacer de forma privada. En todo el mundo se crece con créditos de plazo razonable que tienen un buen repago. Acá no tenemos esas herramientas y las necesitamos para poder aplicar la avicultura de precisión y obtener mejores productos”.